Establecer Límites como Cuidador
.Cuidar a alguien es un acto desinteresado y muchas personas lo hacen por amor a un miembro de la familia o otra persona valiosa. Pero ser un cuidador también puede tener un costo personal, ya que los cuidadores pierden su sentido de los límites entre cuidar a los demás y cuidarse a sí mismos.
Como cuidador, es esencial que te mantengas comprometido comprometido con tus límites personales, asegurándote de darte tiempo y espacio para atender tus necesidades personales de descanso, relajación y satisfacción. Esta base para el autocuidado positivo es vital para mejorar su bienestar y mantenerlo durante el "largo adiós" de la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades crónicas.
Establecer límites firmes para ti mismo, protege tanto a ti como a tu ser querido: Al mostrar el valor de valorar tus propias necesidades y mantener tu salud mental y física, finalmente mejoras la calidad del cuidado que puedes brindar a tu ser querido.
Aquí, se ofrecen algunas sugerencias sobre cómo establecer y mantener tus límites personales:
Acepta tanto tus emociones positivas como negativas. El cuidado puede basarse en sentimientos de amor, gratificación y satisfacción. Pero también puede generar sentimientos de culpa, insuficiencia y resentimiento hacia su ser querido y su situación actual. Reconocer y aceptar estas emociones negativas como una parte normal del cuidado puede ayudarte a establecer límites que eviten la activación de estas emociones.
Define tus límites. Reflexiona sobre situaciones pasadas que te hicieron experimentar sentimientos negativos. Considera cómo impactaron tus necesidades intelectuales, físicas, espirituales o emocionales. Por ejemplo, si recientemente faltó una reunión importante, una celebración con un amigo cercano o una actividad apreciada debido a tus deberes como cuidador, pregúntate qué podrías haber hecho de manera diferente para evitar esa situación. Intenta establecer ese evento motivador como un “límite” para ti y haz un compromiso de ser reacio a cruzar ese límite.
Establece límites de acuerdo con tus valores. Los valores son la brújula moral, el plano o el mapa que ayuda a guiar nuestras decisiones y cómo queremos vivir nuestras vidas. Cuando empujamos contra un valor, sentamos las bases para el resentimiento. Si uno de tus valores fundamentales es practicar la gratitud, entonces establece eso como un límite que te comprometes a practicar todos los días.
Acude a otros. Ser consciente de un límite personal te permite acudir a otros cuando necesites ayuda para mantenerte dentro de ese límite. Este acto no es una señal de debilidad; más bien, significa que eres lo suficientemente fuerte como para darte cuenta de que tu salud emocional y física está en riesgo.
Comunica claramente. Aprende a escucharte a ti mismo. Habrá momentos en que te sientas sobrecargado de trabajo, abrumado y sobre-estimulado. Si hay una nueva tarea que necesita atención, pregúntate honestamente si realmente puedes asumirla en este momento. Si hay duda, entonces obtener ayuda es la solución más realista. Recuerda que decir "no" significa que conoces tus límites, y cuando estás ahí, realmente estás ahí.
Construye una comunidad fuera de tu relación de cuidado. Conectarte con otros o unirte a un grupo de apoyo puede brindarte un entorno acogedor en el que compartir la experiencia emocional del cuidado. Esto no es algo que debas hacer solo.
Este contenido es posible gracias a las contribuciones de la experta en NAN Jen Paranhos.
Adaptado de:
https://psychcentral.com/health/quotes-healthy-boundaries#tips-on-setting-boundaries