Gestión de la incontinencia

Uno de los aspectos más difíciles de cuidar a un ser querido con Alzheimer es la incontinencia urinaria y intestinal. Por desgracia, se trata de condiciones comunes a las que se enfrentan hasta el 70% de los enfermos de Alzheimer, sobre todo en las fases medias y avanzadas de la enfermedad. Sin embargo, con un conocimiento adecuado de estas condiciones y un enfoque cuidadoso a la hora de ayudar a su ser querido, la incontinencia puede tratarse eficazmente, manteniendo al mismo tiempo el sentido de la dignidad y la privacidad de su ser querido.

Causas de incontinencia

El problema básico de la incontinencia es la falta de control de la función vesical o intestinal. Cuando nuestra mente y nuestro cuerpo están sanos, unas neuronas especializadas envían una serie regular de señales a los músculos de la vejiga y los intestinos regulando el movimiento de fluidos y heces. La incontinencia se produce cuando hay una interrupción de las señales procedentes del sistema nervioso o debilidad de los músculos implicados.

Si se produce incontinencia, lo mejor es consultar primero con el médico de su ser querido para revisar la gran variedad de posibilidades. La incontinencia de su ser querido puede deberse a una infección urinaria, por ejemplo, a una incapacidad para responder a las señales típicas, a un problema gastrointestinal como el estreñimiento o, en el caso de los hombres, a un problema de próstata. Enfermedades crónicas como la diabetes y la enfermedad de Parkinson también pueden contribuir a la causa, al igual que medicamentos como los somníferos y otros sedantes como los ansiolíticos o los analgésicos y otros medicamentos que pueden tener diuréticos (también conocidos como « pastillas contra la retención de agua») como efecto secundario.

Algunas causas de incontinencia son exclusivas de las personas con enfermedad de Alzheimer debido a la disrupción de capacidades cognitivas específicas. Por ejemplo, su ser querido puede olvidar dónde se encuentra el baño, ser incapaz de expresar la necesidad de ir al baño o confundirse sobre cómo utilizar el inodoro. Estos cambios reflejan el daño producido en la memoria y en los centros de la función ejecutiva del cerebro. Para algunos, estos cambios pueden provocar desorientación, incluso en entornos familiares. En algunos casos, las personas no pueden reaccionar adecuadamente a las señales biológicas de la necesidad de ir al baño o tienen dificultades para llevar a término procesos de varios pasos, como ir al baño y utilizar el inodoro correctamente.

Cómo hablar de la incontinencia con su ser querido

Cuando hables con tu ser querido sobre la incontinencia, es importante que tengas en cuenta lo verdaderamente disgustoso que puede ser. Intenta disimular cualquier disgusto y haz todo lo posible por evitar un tono regañón o decir algo que pueda hacerles sentir culpables. Evita por completo utilizar la palabra «incontinencia» y en su lugar refiérete a «escapes». Tu capacidad para mostrar paciencia y empatía, y no llamar demasiado la atención sobre el problema, contribuirá en gran medida a ayudar a tu ser querido.

He aquí un ejemplo: Cuando hables con un ser querido sobre un episodio de incontinencia, sé realista y respeta su intimidad y su dignidad. Puede utilizar frases como «Parece que has tenido una escapada; eso le puede pasar a cualquiera» o «Parece que se te ha caído algo en los pantalones; esas cosas pueden pasar» y luego simplemente «Vamos a cambiarnos».

Si surgiera la necesidad de utilizar ropa interior absorbente (véase más adelante), no utilices la palabra «pañal», ya que podría causarles vergüenza y baja autoestima. En su lugar, utiliza el término « calzoncillo “ o ” compresa », o la marca del propio producto. Si tu ser querido se resiste a la idea de este tipo de ropa interior, indícale que estos productos pueden ayudarle a «evitar las escapes» (algo que la mayoría de la gente quiere hacer) en caso de que el baño no esté cerca cuando lo necesite (culpa al baño o al entorno físico, no a tu ser querido).

GESTIÓN DE LA INCONTINENCIA

La gestión de la incontinencia de su ser querido puede dividirse en tres categorías básicas: Comportamiento, Entorno y Ropa.

COMPORTAMIENTO: Preste atención a las señales que pueda darle su ser querido.

  • Apóyele y anímele a que le avise cuando necesite ir al baño.

  • Ayude a su ser querido a ir al baño con regularidad, por ejemplo, cada dos horas, después de cada comida, cuando se prepare para salir de casa o de otro lugar (por ejemplo, después de los servicios religiosos).

  • En los casos más avanzados, manténgase alertos para detectar inquietud, agitación, ansiedad o señales faciales que puedan sugerir la necesidad de ir al baño.

  • Preste atención a las «palabras desencadenantes» que puedan indicar que su ser querido necesita ir al baño. Puede decir algo como «necesito agua», por ejemplo, pero en realidad significa que necesita ir al baño.

  • Si se producen escapes, anote el momento e intente ver si existe un hábito al que pueda anticiparse la próxima vez para evitar los escapes.

    ENTORNO: Cree un entorno que facilite a su ser querido encontrar y utilizar el inodoro.

  • Haz que el baño llame la atención pintando la puerta de otro color, colocando una foto de un inodoro en la puerta o poniendo una tapa de inodoro de color llamativo.

  • Mantenga la puerta entreabierta para facilitar su apertura y hacer visible el inodoro.

  • Asegúrese de que el baño tienga la iluminación adecuada y manténgala encendida por la noche.

  • Si es necesario, coloque cinta adhesiva de colores en el suelo que muestre el camino desde el dormitorio de su ser querido hasta el inodoro, y considere la posibilidad de marcar el inodoro en un color diferente al del suelo, para ayudar a distinguirlo.

  • En el baño, retire las papeleras y otros muebles similares que puedan parecer un inodoro para su ser querido.

  • En etapas más avanzadas, o si la movilidad de su ser querido es limitada, considere la posibilidad de utilizar un inodoro portátil que pueda colocarse junto a la cama para facilitar el aseo.

  • Reduzca la cantidad de líquidos que su ser querido bebe antes de acostarse; sin embargo, no reduzca los líquidos en general, excepto limitando el consumo de bebidas con cafeína como el café, el té y algunos refrescos.

PERSONAL / ROPA: Adaptar la ropa y la ropa de cama personal de su ser querido puede evitar múltiples esfuerzos de lavado.

  • Asegúrese de que la ropa de su ser querido sea holgada, fácil de quitar y de limpiar.

  • Fomente el uso de una de las muchas marcas de calzoncillos y compresas absorbentes para adultos disponibles en farmacias y supermercados locales. Ten en cuenta que existen versiones de uso nocturno que son las más absorbentes y pueden utilizarse también durante el día.

  • Invierta en fundas de colchón impermeables y en protectores absorbentes para proteger el colchón y, si es necesario, las sillas.

  • Habla con un urólogo para hombres/mujeres o con un uroginecólogo para mujeres sobre procedimientos u otras estrategias para controlar la incontinencia urinaria diurna y nocturna. Por ejemplo, un urólogo puede ayudarte a informarte sobre una funda de «continencia» que puede ser útil para los hombres, sobre todo durante el sueño.

Muchos cuidadores afirman que sobrellevar la incontinencia es una de las partes más difíciles de su trabajo. Pero con paciencia, compasión y las herramientas más modernas, puedes afrontar este reto preservando la intimidad y la dignidad de tu ser querido.

Antes de utilizar esta información, consulte a su proveedor de salud o al de su ser querido.

 
 
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