Cómo ayudar a su ser querido a disfrutar la temporada navideña

 

El caos, la emoción y la alegría típicos de las fiestas pueden resultar abrumadores para una persona con Alzheimer. Pero con un poco de planificación previa, puede hacer que las reuniones navideñas sean más agradables y menos estresantes para todos los implicados.

 

El caos, la emoción y la alegría típicos de las fiestas pueden ser abrumadores para una persona con Alzheimer. Esto, a su vez, puede afectarle a usted y a otros amigos y familiares. Con un poco de planificación previa, puede hacer que las reuniones navideñas sean más agradables y menos estresantes para todos los implicados.

¡Empiece con la visión grande!

La planificación contribuirá en gran medida a que las fiestas sean agradables para todos. Mantenga su planificación centrada en el objetivo principal, es decir, en disfrutar usted, su ser querido, sus familiares, y amigos de un tiempo precioso juntos.

Comuníquelo con antelación a familiares y amigos:

Dependiendo de los síntomas que presente su ser querido, querrá avisar a los invitados para que estén preparados y puedan relacionarse efectivamente. Por ejemplo, si sabes que tu ser querido se mantiene callado estos días y le cuesta mantener una conversación social, avisándole a los invitados podrás permitirles que se acerquen a tu ser querido con amabilidad y que la conversación fluya.

A menudo, habrá invitados que no hayan visto a su ser querido desde la última reunión navideña, que puede haber sido hace mucho tiempo.

Muchas cosas pueden cambiar en ese periodo de tiempo, y usted querrá preparar a sus invitados para cualquier cambio que se haya producido en el comportamiento de su ser querido. Aspectos importantes para explicar podrían ser que la enfermedad ha cambiado el interés de su ser querido por socializar, por ejemplo, y su capacidad para participar en conversaciones, o incluso en un evento o juego tradicional de las fiestas familiares.

Una ventaja añadida de poner al día a los demás sobre el estado de su ser querido es que puedes pedir ayuda a otros familiares y amigos.

Acércate a ellos y pregúntales si están interesados en pasar un poco de tiempo con tu ser querido durante las fiestas, que te permitirá algo de tiempo para ocuparte de otras tareas navideñas, o simplemente tomarte un descanso.


Planifique con anticipación y prepárese para adaptarse

Si es posible, involucre a su ser querido en la planificación de las fiestas. Averigüe qué tradiciones o acontecimientos significan más para él y enfoque sus esfuerzos en ellos. Tenga en cuenta que tal vez debes ser flexible a la hora de adaptarlos a los cambios derivados de la enfermedad y al tiempo del que disponga o no para prepararlos. Y recuerda, no seas demasiado duro contigo mismo en tu esfuerzo por hacer las cosas "bien". Mantenga unas expectativas razonables; reconozca que las circunstancias han cambiado y que la reunión navideña no será exactamente igual que en años anteriores. Sus familiares y amigos comprenderán sin duda la necesidad de este cambio.

Incluya a su ser querido tanto como sea posible en las actividades del día

Dependiendo de sus habilidades actuales, su ser querido podría ayudar a preparar la comida o a poner la mesa. Planifique esta actividad con cuidado. Practica con tiempo, si es posible, para evitar disgustos de última hora. Si puedes ayudar a tu familiar a encontrar la manera de que pueda hacerlo, le ayudarás a sentirse involucrado y contribuir a que todo el mundo disfrute del día.

Mantenga sus rutinas

Si su ser querido acostumbra tomar un paseo después de comer, ayúdele a mantener esta actividad durante las vacaciones. Permítale también dormir la siesta a la hora habitual y comer a la misma hora de siempre. Esta estructura puede ayudar a su ser querido a sentirse más cómodo en medio del ajetreo de las fiestas.

Planifique un lugar de descanso

Dada su enfermedad, es posible que su ser querido disfrute de las fiestas en varios momentos breves en lugar de en un acontecimiento prolongado. Considere la posibilidad de habilitar un espacio donde pueda descansar y tomarse un respiro de las actividades. Este espacio también puede servir como un lugar tranquilo donde una conversación a solas con un familiar o amigo puede ser más agradable para su ser querido.

No pregunte: "¿Te acuerdas de quién es?".

Una reunión familiar no debe convertirse en una prueba de memoria. Cuando presente a su ser querido a alguien nuevo, por muy cercana que sea la relación, incluya el nombre y relación. Por ejemplo, diga: "Madre, tu sobrino Jeff quiere saludarte".

Involucre a los niños con el cuidado

La energía y el entusiasmo de los niños pueden ser una bendición, pero para su ser querido tener a los pequeños cerca puede traer retos inesperados. Teniendo en cuenta los hábitos y estados de ánimo actuales de su ser querido, piense en las edades y temperamentos de los niños que asistirán al evento. Si es posible, puede planificar actividades en las que los niños y su ser querido puedan participar juntos sin peligro, como cantar, jugar a un juego sencillo o hacer galletas. Sólo asegúrese de vigilar que los niños no agoten o estresen a su ser querido mientras pasan tiempo juntos. Si los niños son mayores, considere la posibilidad de hacerles preguntas adecuadas a su edad para estimular una conversación, o pídales que inviten a su ser querido a compartir un recuerdo. Por ejemplo, podrían preguntar: "Abuelo, ¿qué tipo de juegos jugabas cuando eras niño?". O: "Abuelo/a, háblame de la primera vez que conociste al abuelo/a". Y el clásico: "Abuela/Abuelo, ¿mamá siempre hacía la cama todas las mañanas antes de ir al colegio?".

 
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