Los Retos de la Inversión de Roles en la Función de Cuidador
Si usted es cuidador de un pariente que padece la enfermedad de Alzheimer, a menudo puede ser una experiencia chocante debido a lo que se conoce como “inversión de roles”, es decir, cuando usted se encuentra en el papel de padre o madre. Por supuesto, es probable que haya pasado la mayor parte de su vida viendo a su pariente como proveedor, protector y encargado de tomar decisiones. Ahora, es usted quien se encuentra en el papel de proveedor, protector y responsable de la toma de decisiones en la vida de su padre o madre, trabajando para garantizar su dignidad y mantener sus deseos en medio de las difíciles circunstancias de la disminución de sus capacidades.
Es posible que esté sintiendo el duelo por el pariente que una vez conoció:
A medida que la enfermedad de Alzheimer de su ser querido avanza, usted puede sentir que el padre que una vez conoció se le está escapando. Es posible que su ser querido no sea capaz de reconocerle o de recordar acontecimientos que ambos comparten. Este lento declive puede provocarle sentimientos de dolor, aunque su ser querido siga vivo.
Puede que te cueste aceptar el cambio de roles:
Este cambio de roles puede ser difícil de aceptar tanto para usted como para su ser querido: Cuando te encuentres en situaciones en las que tengas que tomar decisiones por tu pariente, puede ser un reto emocional ser tú quien marque las rutinas, los límites y, tal vez, tome decisiones que alteren la vida de tu ser querido. A su vez, es posible que su progenitor no pueda o no quiera aceptar el cambio de papeles. Aunque sea mejor para ellos, pueden sentir que les quita independencia.
Puede tener problemas para compaginar nuevas responsabilidades:
Es posible que ya esté cuidando a su familia y a su cónyuge, además de equilibrar las exigencias de su carrera profesional y su vida personal. Asumir la nueva carga de manejar la vida de un padre podría aumentar el estrés y posiblemente conducir al agotamiento del cuidador.
Puede empezar a cuestionarse su identidad:
En muchas familias, el papel de hijo y de padre es una parte fundamental de la identidad de cada uno, y cuando esos papeles cambian, puedes sentir que pierdes no sólo a tu padre o a tu madre, sino también tu sentido de ti mismo. Este cambio puede suponer un reto, sobre todo si su progenitor estuvo muy implicado en su vida en el pasado.
A pesar de lo difícil que puede ser este cambio, puede haber oportunidades de crecimiento:
Puede que encuentre una comprensión y compasión más profunda:
En su nuevo papel de cuidador de su ser querido, puede llegar a verle con una nueva perspectiva, viéndole con empatía como persona, además de como padre. Puede que sienta un nuevo aprecio por los momentos que pasáis juntos y por los rasgos y características que antes pasaba por alto o daba por sentado.
Puede que te alegre forjar una nueva relación:
El cambio de papeles puede preparar el terreno para forjar una nueva relación con tu pariente, basada en la nueva realidad de vuestra relación. Esto puede suponer una oportunidad para dejar atrás desacuerdos anteriores y viejos rencores, y crear un nuevo entorno que te permita sentir y expresar una mayor gratitud por lo que tu progenitor ha hecho por ti.
He aquí algunos consejos para afrontar esta relación en proceso de cambio:
Piense en sí mismo como un compañero, no como un padre
Haga un esfuerzo por incluir a su ser querido en la resolución de problemas y en los retos cotidianos, en la medida en que su enfermedad y sus capacidades se lo permitan. Reconozca su derecho como adulto a expresar opiniones y, cuando sea posible, deje que esas opiniones o deseos expresados guíen sus decisiones, como al crear, por ejemplo, un documento de voluntades anticipadas. Ser incluido dará a su ser querido una sensación de dignidad. Recuerde, sin embargo, que a medida que progrese la demencia puede que necesite ajustar su participación. Con el tiempo, su ser querido puede ser menos capaz de participar en el proceso de toma de decisiones. Para algunos seres queridos, incluso en etapas tempranas, que se les pida que tomen una decisión puede ser un desencadenante de ansiedad.
Concéntrese en encontrar el éxito, no en “tener razón”:
Resista el impulso de corregir a su ser querido si recuerda mal un acontecimiento o tiene dificultades con una actividad. En lugar de eso, diríjale suavemente hacia una dirección positiva en la conversación o busque una forma más sencilla de realizar la actividad. Concéntrese en las cosas que puede controlar, en lugar de corregir las que no puede controlar.
Muestra respeto por su antiguo papel:
Recuerde que, aunque sus papeles cotidianos se hayan invertido, su relación no ha cambiado fundamentalmente. Su ser querido sigue siendo su padre o su madre y, a pesar del impacto de la enfermedad de Alzheimer, es una persona que merece respeto, cariño y apoyo afectuoso.
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