Conversaciones Difíciles: Asuntos Legales

Entre los numerosos aspectos difíciles de ser cuidador de un ser querido que padece la enfermedad de Alzheimer, se encuentra la observación del deterioro de su capacidad para cuidar de sí mismo. El resultado final de este deterioro se produce cuando el enfermo ya no es capaz de tomar decisiones independientes sobre su cuidado o sus posesiones personales. Esta incompetencia requiere que se asigne a otra persona que abogue, hable y tome decisiones en su nombre. 

Por difícil que sea este tema, a menudo es uno de los más fáciles de tratar. A la mayoría de los seres queridos les disgusta y entristece la idea de convertirse en una carga para su familia. Mediante la creación de un "plan de sucesión" que consiste en un Testamento y Últimas Voluntades y Directivas Anticipadas pueden aliviar la carga significativamente. Por lo general, las personas conocen bien los últimos deseos y hablar de ellos no provoca angustia.  Abordar primero esa conversación es una buena idea, antes de pasar al tema más delicado de las Directivas Anticipadas. 

Si es posible, debe ayudar a su ser querido a comprender la necesidad y las ventajas de designar a una persona que represente sus intereses y proteja sus derechos. Ellos son los que eligen y nombran a esa persona en su documento de Directivas Anticipadas. Lo mejor es pedirles que nombren a dos personas: una que sea el representante principal y otra que sirva de respaldo. NO es aconsejable que dos personas desempeñen esta función al mismo tiempo. 

Estrategias para iniciar la conversación 

Las preguntas del tipo "¿Qué pasaría si...?" y la conversación resultante suelen ser una buena estrategia para abrir el debate sobre temas difíciles. "Papá, si estuvieras enfermo y no pudieras hablar por ti mismo, los médicos necesitarían saber con quién deberían hablar sobre tu tratamiento. Ya que mamá no está, ¿quién te gustaría que fuera esa persona? 

La estrategia "Yo también" sugiere que animes a tus padres a participar en la preparación de un documento de Directivas Anticipadas. El documento "5 deseos" contiene una serie de puntos clave que puedes utilizar en una conversación sobre este tema. 

Hablar de "tu amigo" que tuvo un padre sano y después sufrió una enfermedad inesperada y ninguno sabía cómo pagar las facturas. Esto es como las preguntas "¿Y si...?", pero a veces tiene más éxito este tipo de historia, que a veces se conoce como "mentir con amor". Algunos cuidadores no se sienten cómodos con esto, pero en mi experiencia, a menudo es la manera más compasiva de proteger los intereses de su ser querido. 

Consejos para una conversación exitosa  

Planifique con antelación 

  • ¿Cuál es su objetivo? ¿Qué necesita obtener de la conversación? 

  • Elija el mejor momento del día y el mejor lugar. 

  • ¿Necesitas a alguien más en la conversación? 

Asumir lo mejor 

  • Asume que todos los implicados están haciendo lo mejor que pueden y no tienen mala voluntad. 

  • Sé positivo y asume que, en algún momento, llegarás a un resultado positivo. (¡Puede que no sea en la primera conversación!) 

Planifica (y practica) tus comentarios iniciales 

¡A veces, empezar es lo más difícil! Escribe tus pensamientos y elabora la versión más sucinta que puedas. Ten en cuenta las capacidades de tu ser querido. Es posible que también tengas que adaptarte a ellas. Considera la posibilidad de utilizar materiales escritos, si lo consideras oportuno. 

Planifique para los baches en el camino 

  • Es probable que conozca algunas de las refutaciones o contestaciones que puede recibir. Planifique su respuesta. 

  • Si le lanzan algo inesperado, ¡no pasa nada! Ahora ya lo sabes. Utiliza esa información para responder a sus preocupaciones. 

Planifica la siguiente conversación 

  • Aunque no hayas conseguido tu objetivo en el primer intento, si has mantenido un tono positivo y respetuoso, probablemente tendrás otra oportunidad. 

  • Lleva un registro de las preocupaciones planteadas y busca consejo para resolverlas. 

Información adicional para cuidadores familiares sobre el proceso de tutela 

(En muchos casos no es necesario comentar esta información en detalle con un ser querido, a menos que usted considere que puede entenderla completamente y que no se sentirá emocionalmente agobiado por ella). 

Si por alguna razón las personas identificadas por un individuo no pueden o no quieren desempeñar el papel de sustituto de asistencia sanitaria/poder notarial para la asistencia sanitaria, se solicitará a un tribunal la designación de un Tutor. El proceso de Tutela existe para proteger y ejercer los derechos legales de las personas que tienen limitaciones cognitivas y funcionales, impidiendo que tomen sus propias decisiones. Y para aquellos que no hicieron una determinación de voluntades anticipadas, o su representante elegido no puede desempeñar el papel. 

¿Quién puede ser tutor?  

En algunos casos, un cuidador familiar u otro miembro de la familia será nombrado Tutor. 

Tutela profesional: La lista de tutores profesionales registrados está disponible en la página web de la Oficina Estatal de Tutela del Departamento de Asuntos de la Tercera Edad: elderaffairs.state.fl.us Estos tutores suelen ser pagados con los recursos del ser querido. 

Tutor público: Se nombra un tutor público cuando una persona incapacitada tiene medios económicos limitados y no cuenta con un familiar o amigo dispuesto a actuar como tutor. 

Tutela de Veteranos: Está diseñada para proteger a los veteranos y otras personas que tienen derecho a beneficios, compensaciones y otras sumas de dinero, del Departamento de Asuntos de Veteranos de los Estados Unidos.  Como resultado del servicio militar en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. 

Tutela Voluntaria: Esta forma de tutela sólo puede darse al principio del curso de la enfermedad de Alzheimer, cuando el individuo tiene plena capacidad de decisión. Este tipo de tutela se crea sin una adjudicación de incapacidad. Se requiere un certificado de un médico colegiado en el que se afirme que el peticionario ha sido examinado y que comprende la naturaleza de la tutela. El solicitante de la tutela voluntaria designa al tutor en el momento de presentar la petición. Suelen recurrir a ella las personas que se encuentran en las primeras fases de la enfermedad de Alzheimer y saben que no tienen familiares que puedan desempeñar esa función cuando sea necesario. 

 
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